CON DANIEL FILMUS EN LA CIUDAD ECHAMOS A MACRI
MIENTRAS LA MELLA ELIGE ENTRE UN PINO DE SOJA Y EL PALEOLÍTICO FRENTE DE IZQUIERDA
CON DANIEL FILMUS EN LA CIUDAD ECHAMOS A MACRI
Y CON CRISTINA EN EL GOBIERNO NACIONAL LIBERAMOS LA PATRIA
...¿Qué ciudad queremos?
Este año se encuentra atravesado por las elecciones no sólo nacionales, sino también provinciales y municipales. Las elecciones se nos presentan como un momento de balance, reflexión y definición. Los balances y discusiones no tienen ningún sentido si luego no se acompañan de una decisión en base a aquellos. Y esas decisiones no pueden considerarse en abstracto, sino que tienen que surgir de la posibilidades que la realidad misma impone. Aquí no se trata de la imaginación y de nuestros deseos, sino de como vamos construyendo las condiciones para que esos deseos se materialicen. Como cada uno desde el lugar que tiene aporta con responsabilidad y compromiso. Y cuando hablamos de un balance no podemos dejar de remitirnos a aquel 2008 donde el contubernio oligárquico y sus changarines de izquierda aportaron a tirar atrás la resolución 125, pero de allí es también necesario destacar que luego de la derrota electoral de 2009 donde carriós, altamiras y etc aguraban el fin del kirchnerismo, su derechización, quienes conducen este proceso tomaron una definición central: seguir avanzando en el camino de la profundización. El balance fue claro si perdimos no fue porque no arreglamos con el poder, sino porque no lo enfrentamos lo suficiente con la construcción popular. Viéndolo dos años después, el que lo quiera negar peca de distraído, mal intencionado, o directamente de un defensor disfrazado de vaya a saber uno, que oscuros intereses.
La Ciudad de Buenos Aires, donde se encuentra anclada nuestra universidad, es una de las gobernaciones en disputa. Quizá sea este el territorio que expresa en su mayor expresión la batalla política en que se encuentra el país: Poder Popular o Poder Corporativo. No se trata de una disputa entre progresismo y derecha, porque la derecha no es solamente una opinión política xenófoba o un discurso de gestión. La derecha es la representación de un proyecto de dependencia económica basado en mantener un status quo que imponen aquellos que más tienen, mientras se desconocen los legítimos reclamos populares. La derecha no es un simple opinión, ni una mera expresión discursiva, es la negación de nuestra identidad como país, es el neoliberalismo escondido tras una fachada de transparencia y republicanismo. No se trata de la disputa entre discursos más o menos bonitos. Se disputan proyectos políticos y en una vereda encontramos quienes están a favor de profundizar las medidas llevadas adelantes por el gobierno nacional o a quienes les gustaría el borrón y cuenta nueva, la desmemoria y la imitación de proyectos económicos y políticos que ya demostraron que sólo pueden sostenerse sobre la miseria de las mayorías.
Cuando decimos profundizar un modelo, no se trata de abstracciones: hablamos de seguir aumentando los puestos de trabajo, de seguir disminuyendo la brecha entre ricos y pobres, de seguir aumentando el protagonismo popular y de seguir avanzando en las reivindicaciones democráticas de nuestro pueblo. Quizá sea en vano repetir datos archiconocidos para quienes transitamos estos pasillos de la gestión de Mauricio Macri: subejecución de presupuestos de educación, salud y vivienda, promulgación de una política represiva mediante la UCEP, el aumento sideral de los desalojos que estalló como problemática en el desalojo de Parque Indoamericano, frente a la idea de una ciudad para pocos, ofrecemos la construcción de una ciudad, entre todos.
Cuando nos detenemos a pensar estos problemas, caemos en la cuenta de que aquellos que en el balottage del 2007 decían Filmus y Macri son lo mismo, se equivocaban. Nosotros tenemos para oponerle a ese proyecto un verdadero proyecto de inclusión y de transformación de la realidad que a nivel nacional está dando muestras que la vuelta del Estado en articulación con las organizaciones sociales, no sólo aporta a la sociedad un sentido democratizante, sino que tiene la vocación de poder, construir un estado y un proyecto político que tiene como objetivo saldar las deudas de décadas con los sectores populares y avanzar cada vez más en la construcción de la relación de fuerzas necesarias para un país justo, libre y soberano.
Nuevamente, este 2011, nos encontramos ante la posibilidad de desterrar al neoliberalismo de la Ciudad de Buenos Aires. Esa ciudad que por prejuicios sociales y culturales vió en el proyecto nacional y popular una amenaza, buscando separarse, buscando la distinción de status frente al “morocho”, al “cabecita negra”. Esa ciudad que siempre mirando más a europa, se olvida del interior profundo de nuestro país. Que veía como imperfecto, mientras que lo de afuera, lo exótico siempre se presentaba como el ideal. Creemos que este pensamiento se sigue repitiendo no sólo en las elites dominantes o en los intelectuales prestigiosos, también la izquierda universitaria reproduce estos vicios de la clase dominante. La perfección de programas y procesos allende nuestras fronteras ya sea Rusia, Venezuela, los “indignados” españoles o algún país de Medio Oriente. No buscamos la perfección del discurso, ni la perfección de un programa; no entendemos la transformación de la realidad como un rayo que cae partiendo la tierra y de ahí en adelante todo se presenta como un ideal realizado.
Es la realidad misma la que nos pone como estudiantes, como jóvenes ante las disputa concretas que hoy se encuentra la sociedad. Todos deseamos una sociedad justa, pero no alcanza con deseos, ni buenas intenciones, para eso está la política: para ir construyendo las condiciones para concretar eso deseos esos ideales. La política opera sobre el barro de la realidad, y esta como tal no es perfecta es la multiplicidad de determinaciones, es la contradicción, es el movimiento que surge de las propias entrañas de las disputa de la social. Del resultado que podamos construir de cada disputa será que surgirán las mejores o peores condiciones para seguir este rumbo de justicia social, soberanía política e independencia económica. Las elecciones son un momento central, no se trata de la visión maniquea de plantear la disputa del bien contra el mal, o algún tipo de polarización infantil que no tiene ningún tipo de criterio de realidad. No se trata de la disputa de nombres propios, se trata de la elección que realiza un pueblo sobre su destino; y allí frente al pueblo los nombres propios se diluyen y aparecen los proyectos políticos colectivos, en los cuales se destacan por convicción y lealtad quienes los conducen a un buen término y desaparecen en el olvido aquellos que mienten y traicionan. Con esta profunda convicción estamos con Filmus y Tomada, con está esperanza del tiempo histórico que nos toca vivir, no dudamos, estamos con Cristina. Acorazando a la compañera coraje, como le decía cariñosamente Néstor, para seguir ponderando a los humildes, a los trabajadores, a los verdaderos artífices de este proyecto nacional. Y a los que se quemaron con leche cuando el peronismo se planteó como identidad de masas, como verdadera revolución social y política en nuestro país, les contestamos con una frase del compañero comandante de nuestra Patria Grande como la llamaba el General Perón, Fidel Castro. Porque nuestro pueblo ha soportado la proscripción, el exilio, la persecución, las más infames torturas y calumnias. Condénennos, la historia nos absolverá. Ni un paso atrás compañeros y compañeras.
CON FILMUS SUMEMOS LA CIUDAD AL PROYECTO NACIONAL
· Para que la UBA sea Consultora prioritaria del Estado de la Ciudad de Buenos Aires
· Para que tengamos un Boleto Estudiantil para secundarios, terciarios y universitarios
· Por una Universidad Popular, un gobierno porteño nacional y popular
MOVIMIENTO UNIVERSITARIO EVITA (UBA)
muevita@yahoo.com.ar
www.movunivevita.blogspot.com
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