La experiencia como premisa (MUE Universidad Nacional de Río Cuarto)

Nuestra Lucha no fue en vano

Difícil nos resulta encontrar las palabras precisas para transmitir el sentimiento que nos invade al pensar en todos aquellos logros que juntos conquistamos. El pensar en aquellos tiempos en los cuales, con todas nuestras diferencias y errores, supimos organizarnos y ponerle el pecho a la injusta situación a la fuimos sometidos, hacen que el grupo se sienta hoy fortalecido por el hecho de comprobar, en nuestras charlas, que todas aquellas experiencias no fueron en vano, sino que resultan una herramienta fundamental, tanto para la formación política, como también para tomar conciencia de lo que hicimos mal y debemos corregir.

Aun con todas las diferencias que podríamos llegar a tener, la voluntad y la conciencia que implica comprometerse en luchar por conquistar nuestros derechos, es el reflejo de que ese espíritu combativo por el cual nuestros viejos arriesgaron hasta la vida, aun se encuentra vivo en esta juventud que es una expresión fiel de las terribles consecuencias que este sistema neoliberal a ocasionado a través de largos años de desprestigio hacia la actividad política, además de los trastornos ocasionados en la conciencia de los jóvenes.

Docentes que nos dicen que a la facultad sólo se va a estudiar, el continuo fogoneo en los medios de comunicación de que la política es sinónimo de corrupción, de robo, etc. Todo forma parte de un plan que tiene como función generar en los jóvenes un profundo rechazo, no sólo a esta nueva etapa de construcción política que se inició de la mano del Presidente Kirchner, sino también a la participación de los jóvenes en la política como actividad, para sacarnos de la discusión y fundamentalmente para dividirnos. También para crearnos una conciencia mediocre e individualista, promoviendo mediante el desinterés, el egoísmo y la preocupación por lo de uno y no por lo del conjunto, lo que nos conduce a tomar, siempre, el camino más sencillo con la solución más pronta y la conformidad por pequeñas cosas, sin darnos cuenta que este presente es el que le estamos forjando a las generaciones futuras (a nuestros propios hijos y a los hijos de ellos).

Pensando a futuro

Iluso es quien cree que, bajo estos términos impuestos por las autoridades de la FAV-UNRC, tiene garantizado que podrá terminar sus estudios en la Extensión Áulica de Carlos Paz. Sólo remitirse a los hechos hace falta para que uno tome conciencia de la desalmada situación a la que somos sometidos los estudiantes y peor aun la que se avecina para un futuro muy próximo.

Solicitudes masivas de condicionalidades; compañeros que deben materias de primer año; no recursada de segundo; estudiantes de cuarto año viajando 8 hs para asistir a una clase; la situación de los compañeros de quinto que, sin que les manden los docentes, están a la espera de una respuesta legal. Todo esto ofrece un panorama desolador de total incertidumbre que, por un lado, saca a la luz la despreciable e insensible política restrictiva de quienes, con total impunidad, utilizan las instituciones públicas del Estado como instrumento de negociación en sus nefastas tranzas de poder; y por el otro la tendencia individualista que nos llevó a cometer el gravísimo error de creer que luchar por garantizar nuestra continuidad era algo distinto que luchar por el ingreso a primer año (en 2005), dejando totalmente fuera de discusión, no sólo el derecho y la situación socio-económica de aquellos 300 aspirantes, sino también los argumentos lógicos que nos llevaron a plantear el tema en asamblea. Los cuales fueron: “que el ingreso no sólo debía discutirse, sino que representaba el eje de nuestra lucha, porque sería el único método para garantizar las recursadas, presionando de este modo la elaboración de plan académico integral a largo plazo, y la única razón por la cual la municipalidad justificaría una posible inversión”.

Prepárense porque no nos han vencido

Hoy la situación nos obliga a tomar cartas en el asunto; porque los hechos demuestran que ni siquiera aquellos compañeros que van “al día” tienen garantizado, en absoluto, que van a poder finalizar sus estudios. Ni hablar de aquellos compañeros/as que hoy en día, aunque cumplimos con los requisitos que establece la Ley de Educación Superior, nos caemos del sistema por las conveniencias políticas de quienes verdaderamente creen ser los dueños de la facultad, y poco les importa el futuro y las limitaciones de aquellas compañeras que son madres, o de los compañeros/as que trabajan, o los que viven con sus familias y tienen compromisos, y sin mencionar los proyectos de vida que cada uno se plantea en su lugar de origen.

Insistimos nuevamente en el debate y la organización porque somos concientes de que estas limitaciones son determinantes en la situación personal de muchos compañeros, y para los cuales la permanencia de la institución es nuestro único recurso para finalizar nuestros estudios y hacer realidad nuestros sueños y nuestros proyectos por los cuales elegimos ésta (y no otra) profesión.-

Movimiento Universitario Evita

Universidad Nacional de Río Cuarto